2006-05-03 - La patota de Alterini ataca a los estudiantes
CON LA COMPLICIDAD DE KIRCHNER.
Una patota integrada por la burocracia del gremio no docente de la UBA (APUBA), que defiende la candidatura de Atilio Alterini, el shuberofista y procesista que pretende quedarse con el rectorado de la UBA, agredió salvajemente a los centenares de estudiantes que el martes 2 ocupaban las instalaciones de la facultad de Medicina. El país entero vio, en directo, como 20 patoteros golpeaban brutalmente al compañero Nicolás Marrero, militante de la UJS-PO de la facultad de Ciencias Económicas como así también a otros dirigentes estudiantiles. La respuesta estudiantil fue inmediata y expresó un crecimiento de la participación estudiantil. A pesar del cierre de facultades decretado por Apuba los estudiantes realizaron varios cortes de calle en los que participaron miles y miles de estudiantes. En una gran parte de la facultades y en la sedes del CBC se realizaron cortes de calles masivos y asambleas. La FUBA anunció que se realizará una presentación penal contra los responsables y el viernes 5 está planificada una movilización común junto a la Conadu Histórica. Agresión planificada La agresión estuvo cuidadosamente planificada. Contra los que quieren presentar los hechos como excesos, hay que decir que los que comenzaron la golpiza son los principales dirigentes del gremio Apuba, entre ellos el secretario adjunto y el de organización, a los que se le sumaron varios secretarios generales de comisiones internas. Es decir que la agresión estuvo armada con la participación directa de la plana mayor del sindicato. La metodología con la que se llevó a cabo el ataque es similar a la que se usó en Neuquén contra los huelguistas docentes y en Colón, contra las personas que realizaban el corte de ruta. Todos estos casos tienen en común que se armó una zona liberada, sin presencia policial alguna. En el caso de la UBA la situación es más grave aún, ya que el hostigamiento duró más de media hora, donde la patota actuó en pleno centro porteño con total impunidad. No debe caber la menor duda que semejante hecho no puede suceder sin la complicidad del gobierno nacional. Luego de la agresión Alterini y Anró, secretario general de Apuba, dieron una conferencia de prensa común, apoyándose mutuamente. Semejante apoyo tiene una explicación clara: si gana Alterini, Anró se quedaría con la obra social de la UBA, Dosuba, o sea con una caja varias veces millonaria. Se profundiza la crisis La situación ha derivado en una profundización de la crisis política que vive la UBA. Ya se han suspendido 4 Asambleas Universitarias y el próximo 7 de mayo vence el mandado de Jaim Etcheverry, el actual rector. El nuevo Consejo Superior deberá, por lo tanto, elegir a un vicerrector o nombrar provisoriamente al Consejero Superior de mayor edad como rector provisorio, que sería el actual decano de la facultad de Medicina, es decir uno de los que armó la provocación. Con la asunción del nuevo Consejo Superior el bloque alterinista pasa a controlar la UBA pero sin poder elegir al nuevo rector. Ya no podrá compartir responsabilidades ni tampoco culpar al actuar rector por la falta de medidas de seguridad que garanticen la Asamblea Universitaria. Cualquier hecho de crisis deberá correr por su exclusiva responsabilidad. Es posible que el nuevo Consejo Superior resuelva pedir la policía. ¿Pero el gobierno lo hará? Es una posibilidad. Pero por otro lado, es muy posible que el propio gobierno esté detrás de la agresión del martes 2, para llevar la situación a un cuadro de descomposición aún mayor que le permita emerger como un árbitro en la crisis. Lo más seguro, de todas formas, es que el gobierno esté fracturado, ya que un sector apoya la candidatura de Alterini mientras otro la rechaza. Por una nueva reforma universitaria El ataque organizado contra los estudiantes ha agregado un cuestionamiento más a la candidatura de Alterini. Este, sin embargo, dijo que no se bajará. Es más, ninguno de los sectores que lo apoyan da un paso al costado, lo que demuestra el inmenso abismo que hay entre las camarillas universitarias y los casi 400.000 estudiantes, docentes y no docentes de la UBA. El reclamo de que Alterini baje su candidatura es complemente justo. Ha quedado en claro como piensa gobernar la Universidad. Con Alterini como rector vuelven las patotas y la mafia shuberofista. Sin embargo esta consigna, por si misma, es completamente limitada y no da cuenta de la crisis de la UBA. Si Alterini baja su candidatura será reemplazado por otro integrante de la mafia shuberofista, que además ya tiene la mayoría absoluta del Consejo Superior. En este cuadro el reclamo fundamental es exigir una transformación de los estatutos de la UBA. En el plebiscito realizado por la FUBA participaron más de 30.000 estudiantes que se pronunciaron por un cogobierno donde aumente la participación estudiantil, haya un claustro único docente y se incorpore a los no docentes. Las camarillas resisten este planteo pero ya han empezado a tirar lastre, prometiendo una nueva Asamblea para dentro de un año, donde se modificarían los estatutos. Se trata, claro, de una trampa, toda vez que no se habla de lo que se quiere modificar y quien va a decidir. Si la decisión queda en manos de la Asamblea Universitaria actual la reforma de los estatutos será reaccionaria. No pueden ser los alternistas los artífices de una nueva reforma universitaria. Planteamos, por lo tanto, que terminar con el régimen de las camarillas y privatizadores impulsando una nueva reforma universitaria. Los nuevos estatutos deben ser modificados en el lapso de 6 meses a partir de una verdadera democratización que le entregue el poder a los estudiantes y trabajadores docentes y no docentes. Planteamos que cualquier reforma debe ser sometida a un referéndum, para que sean los 400.000 integrantes de la UBA los que tengan la última palabra. Que se trata de una propuesta viable lo demuestra que hasta la imperialista Unión Europea ha sometido a un referéndum su constitución.
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