10.3.08

2 años, más de ida que de vuelta

Tal vez todo se resuma en la resistencia. Nacimos y aguantamos. La primera nota se tituló Estén cerca y había fuego en la trinchera. En sus orígenes el blog mechaba notas sobre movimientos contestatarios con teoría bidonista. Los 30 años del golpe, Walsh y Evo Morales. La línea estaba marcada y era definitiva. Algo así como la historia y su magma que se vuelca sobre los sabios de la tribu. El maestro y su discípulo, Zubeldía y Bilardo. El maestro que muestra y el discípulo que da con el mundo. Sabiduría y aguante.

Teníamos meses de vida y seguíamos ahí, sabíamos que algo increíble habría de pasar. Llegó el Cholo con su traje europeo y las conferencias de prensa. No lo podía creer, llegaba a un club a su medida y no podía disimular su entusiasmo. La Bruja fue el hiato, se puso nuestra camiseta y Cerca de las Puertas pasó a ser un blog pincha. Llegó él y todos quedamos convocados. Desde mi lugar me empeciné en dar con el rayo místico que se filtraba y que hacía de un equipo de fútbol una creación poética.

Mientras me transformaba en un cuadro, el blog reunía a mis favoritos: Viñas, Chuck Palahniuk, Nick Cave, René Lavand, Patti Smith, Borges. La impronta borgeana se eternizó y operó como narrativa del glorioso campeonato. Las palabras se habían acabado, no había modo de contar lo que pasaba. El 7 a 0 fue un regalo inconmensurable: la luz, la verdad, la belleza blanca y pura recaía sobre nosotros y fue una responsabilidad muy grosa. Había que seguir, había que pelear hasta el final. Del otro lado veíamos el cadaver corroído de quienes alguna vez quisieron creer que eran más.

Fue un privilegio tener este espacio mientras esos sucesos maravillosos se nos presentaban ante nuestros sentidos. Con muchas limitaciones traté de expresarlo y del otro lado recibí la enorme gratitud de todos ustedes. Muchas veces me quedé callado y no contesté porque no sabía qué decir. Fue inesperada la participación de todos y de algunos nombres que fui individualizando. Gracias por estar, por reclamar, por reivindicar a Cerca de las Puertas.

Gracias por entender y gracias por compartir este espacio. Un foco, un germen, un núcleo. Como Estudiantes, como ese León que muestra sus garras. Guerrilleros, marginales, resistentes. Un equipo, un cuadro; entrenados para la adversidad, para la aspereza . Y la mística que acompaña a quienes creen.

A los que creen, convocó Simeone. Y las huestes fueron en masa. Creímos y allí estuvimos. Y los post se fueron encadenando como dentro de un drama vertiginoso. El guionista de todo aquello no fue ninguno de nosotros, pero el destino nos guardo el protagónico de esa gesta monumental. El telón final parecía caer impetuoso, con las fanfarrias y el brillo dorado de los héroes. Pero después vino la traición, y a seguir aguantando. Más hazañas acá y allá, y la Copa. El vínculo con los fantasmas de la historia que se renovaba, fantasmas que se hacían presentes y estábamos cerca, podíamos sentirlos.

Ayer jugamos contra las gallinas y fue todo un palo. Los significados se enrevesan, se nos presentan intrincados como los designios de los astros. Hay que saber leer qué significó el empate contra River. Te da y te quita, repetía Alayes lamentándose por el gol de Choy en el campeonato que finalmente logramos. Luego vendría la plaqueta, era la farsa que se entrometía como un ingrediente más del drama. Y Simeone, como quien no quiere aprender, repite el gesto: dejó el banco glorioso del pincha, con la posibilidad de elegir el futuro más conveniente, para pasar por unas monedas a un equipo de gallinas con miedo.

Fue un partido más de ida que de vuelta. La frase que pronunció Verón como una sentencia se apoderó de todas las razones. Empatamos, está bien, ellos se llevaron el punto más valioso, bien, pero la Bruja se adueñó del lenguaje. Del supuesto equipo ofensivo, del técnico que siempre va al frente y saca campeón a todo lo que toca, del aparato riverplatense, quedó solamente el sonido vacío. El poder de la palabra fue nuestro.

Una grasada meterse con temas privados del Cholo. La gorda que salió en los diarios haciendo cuernitos me pareció muy patética. Felicitaciones a la tribu que acompañó a Montevideo, el triunfo es de ellos. Sigamos en la Copa, hasta el final. Sigamos Cerca de las Puertas. Gracias por la onda, gracias por estos 2 años.

6.3.08


El Pinchi

Le pregunté como siempre, sabía que iba a adivinar, como siempre, como aquella vez que vaticinó que íbamos a quedar afuera del Mundial 2006 y yo secretamente disfruté. Disfruté porque, saben, no me bancaba a una selección argentina con Sorín y sin Verón. Me dijo el Pinchi, sin dudar. Confié porque le venía pegando. Adivinó con el empate a Lanús y, aunque cueste aceptarlo, con la derrota ante Cuenca. Recuerdo que también le pegó en aquella noche negra que perdimos por penales ante el San Pablo. Ese tachero puede salir de testigo.

Me sorprendí cuando a los siete minutos íbamos perdiendo. Ella tranqui, jugando con sus muñecas. Imaginense, sus problemas son otros: está empezando sala de tres y para ella la realidad de Estudiantes en la Libertadores es un problema secundario. Ojo, ya les conté que yo le remarqué la importancia que tiene esta copa para todos nosotros. Ella lo sabe, pero igual se queda tranqui, jugando con sus muñecas. Yo al revés: enloquecido, con mi botella de Warsteiner en la mano, de acá para allá.

El Pollo Vignolo canta el gol de los uruguayos y al rato la expulsión del Flaco Alayes. Desesperante. Miro algo, un gesto. Un mínimo gesto. Verón se agarra la cabeza, un movimiento rápido, y enseguida le dice algo a Braña. Como un bajón y una reacción al toque. Perder con un hombre menos nos ponía al borde del abismo. Nos quedaban 65 minutos para emprender la hazaña en tierra extraña. Hazaña, repito: hazaña. El camino, vuelvo a repetir: hazaña.

Pasado un día y viendo los post de los escribas pinchas que tan bien reflejaron la emoción a flor de piel que implicó el triunfo de ayer, sólo me queda reincidir en el gesto. Quisiera enseñárselo a mis alumnos como lección de vida; crisis, la pausa, un genio, luego un conductor, la mística, un equipo que va para adelante y deja todo, luego el triunfo. La victoria, el festejo. Cómo enseñarlo, cómo explicarlo. No hay modo.

Los diarios lo reflejaron a su manera, con sus limitaciones. Nosotros lo sentimos, lo vibramos, y en todos los minutos del día subsiguiente, 6 de marzo de 2008, sabemos que somos poseedores de un saber multidimensional. Sabemos queridos amigos, sabemos que estamos cerca de las puertas, sabemos que si nos movemos con el universo algo ocurre. Ese es nuestro sino, ese es nuestro destino.

Mi hija me lo cantó, tan pincharrata como es ella. No podía ser de otra manera. Siempre supo lo que era y ayer me dijo sin dudar que el Pincha ganaba. Ella ve un poco más allá que nosotros queridos amigos. Increíble, ya lo sé, no me sorprende. Creo en todo. Creo en el aura mística. Creo en el Pincha, en sus ángeles, en el Ruso que guía mi escritura y que mi impulsa a confesar mi experiencia. Creo en mi abuela que tiene la camiseta rojiblanca. Creo más que nunca. Más bidonista que nunca. Fundamentalista. Casi al margen del mundo. Con Zubeldía y con Bilardo como banderas ideológicas. Siempre lo supe, desde chico.

Para terminar les cuento que Cerca de las Puertas el lunes 10 de marzo cumplirá 2 años. Haremos un post, un festejo. Loquísimo, como sin querer hicimos, hice, este blog. Todos ayudaron. Hay un alma que lo constituye. Ustedes, nadie más que ustedes entienden todo esto.