El dilema de Martín
Llegó ese día, el que estaba esperando. Medio diciembre, todo enero, febrero y algo de marzo esperó para tomarse su ansiada revancha. Y le salió bien. Vacunó con tres. Y no los gritó, aunque lo disimuló. Y se le escapó una sonrisa cómplice con su amigo Riquelme. Y no saludó a la Bruja, tampoco a la hinchada pincha, y sí a la 12.
Goleador de raza, indiscutible. De aquellos que si te descuidás la tenés que ir a buscar a la red, una y otra vez. Encima lo marcaba Casierra, que fue débil ante su furia, su voracidad animal. El suplente de Domínguez, Mosquera, pudo hacer poco y nada. Te extrañamos Tano; tanto.
Su rencor lo pude percibir desde el pasillo 26 de la platea en la que estaba. Se sentía, se olía como esas feromonas que segregan las fieras cuando van a matar. Un recibimiento tibio por cortesía, por alguien que quisimos: nos alegramos con él, nos levantamos a las 6 de la mañana y festejamos aquellos dos goles al Madrid, sufrimos cuando erró los tres penales con la celeste y blanca, mucha emoción con ese zapatazo a River en la Libertadores, gozamos con el beso a los botines rojos.
Nadie entendió su reacción en la final del año pasado, o sí. Una amistad rota de años con su íntimo amigo de la infancia. ¿Qué pasó? ¿Fue para tanto? El show mediático rinde, cotiza. Y el tipo se enganchó. Se sabe que varios en el entorno quisieron armar la línea de reencuentro, pero no se pudo. Algo se quebró.
Y la hinchada, cuando terminó el partido que perdimos preocupantemente contra Boca, quedó dolida. Y lo reputeó. Envenenados durante media hora esperando a que los bosteros se volvieran, se escuchaban los comentarios en su contra: "mejor, así no vuelve", "tapa a los pibes que vienen de abajo". Hay bronca porque Palermo es más de Boca que de Estudiantes, porque es más amigo de Riquelme y del Mellizo que de Sebastián y de Caldera, porque prefiere morir con la azul y oro que con la rojiblanca.
El tipo es un ídolo, se sabe. Es una estrella, el máximo goleador en actividad, el optimista del gol. Es archirreconocido, acá y en el mundo. Los de Boca lo quieren y ya se animan a pedirlo para la Selección. Ellos están felices, le ganaron a Estudiantes, el equipo que les amargó el año pasado, el que le robó el tricampeonato tan ansiado, lo que tenían consigo y se esfumó. Nos ganaron, y su fiesta fue total porque los tres goles los hizo el Nueve, que lo disfrutó como nunca, y el Pincha fue un manojo de nervios, empezando por su capitán.
Dos realidades, una la de diciembre, y esta que es expuesta por los medios como una revancha, como el regreso del ángel caído. Fiesta y alegría para los bosteros que se volvieron a La Boca cantando y saltando. Repito: Martín ídolo indiscutido, tiene todo lo que un jugador de fútbol puede desear. Pero hay algo que él desea por sobre todas las cosas y que perdió, pienso yo, para siempre: el amor pincharrata. Abandonó a la familia, algo se cortó y se notó en la noche del sábado en el Estadio Único. Esos silbidos, agudos, eran más que reprobación: había un dolor grande.
Perdimos pero la Bruja es más ídolo que nunca, tan familia como siempre. Perdimos pero Caldera sigue siendo el patriarca. Perdimos pero el Tanque es el hijo pródigo que algún día se irá pero al que vamos a esperar con los brazos abiertos. Lo mismo con Sosita. Perdimos pero tenemos la certeza que hay un semillero inagotable.
Y el recuerdo a nuestros artilleros, temibles, implacables. Los de siempre: Los Profesores, Pelegrina, Infante, Laferrara, Verón padre, el Bocha Flores, Galetti padre, Fortunato, Trama, Gurrieri, Gottardi. Los de ahora: primero Caldera; luego Romeo, Galetti hijo, el Tecla, el Tanque, el Lechuga, Lugüercio. Me acuerdo de tipos como el Tano Piersimone, Poroto Russo. De las promesas de gol: Pirchio, Piatti, Caballero.
La lista es larga y está colmada de apellidos ilustres. Lamentablemente Martín ya no pertenece a ella. No es más de los nuestros y un gran dolor nos llena porque nos abandonó uno de los más queridos. Su discurso se agotó, su recorrida mediática también. El show de víctima por perder una final de fútbol lo llevó a tirarse contra nuestro ídolo, y lo peor de todo: no aceptar el perdón. Se enfrentó a un dilema: la fama, el reconocimiento y el poder, o el calor de su cuna. Nos clavó tres goles, se río, se abrazó con Riquelme y nos dió vuelta la cara.
22 comments:
Los 3 goles de Palermo hicieron que Estudiantes perdiera un partido después de 17 fechas sin conocer la derrota.
Pero no nos quitó el título que tan grandiosamente ganara en una de las más recordadas hombradas que
registre el fútbol nacional e internacional.
Nuestro dolor es grande,cierto,no por perder ese partido.
Pero El loco perdió al ganar,valga la paradoja,mucho más: perdió el amor de su gente,de su familia,de la cuna que lo crió.
Evoco un fragmento de un tango del Negro Celedonio Flores:Pa^ lo que te va a durar",dice el poeta:
"Pa^lo que te va a durar
tanta alegría y placer
lo que vas a cosechar
cuando entrés a recoger.
Cuando te des cuenta exacta
de que te has gastao la vida
en aprontes y partidas,
muchacho, te quiero ver"
Un pincha que lamenta la pérdida de uno de los hijos del glorioso club Estudiantes de La Plata.
Estudiantes fue un manojo de nervios después que le anularan el golazo a Calderón y apareciera de la nada el gol del Loco.Antes había jugado muy bien al fútbol y boca estaba desorientado.
Coincido con el comentario anterior.Hubo un antes y un después del gol mal anulado a Caldera.
Pienso que lo de manojo de nervios tuvo que ver con el registro por parte del equipo de que un hijo del club prefería la venganza personal después que se victimizara con la final,antes que el profesionalismo respetuoso de su cuna.Después vino el desubique innecesario del otro,Russo.
Cobran muy bien,pagan muy mal.
Palermo te miraste el ombligo,ganaste un partido,y perdiste mucho más de lo que te imaginás hoy."Muchacho...te quiero ver"
Es imposible mantener el empujón final del año pasado como ritmo habitual en un nuevo campeonato.
No se trata de perder la mística. Pero no partamos de una ilusión creyendo que es un ideal.
Así y todo, el primer tiempo del sábado, me pareció una producción excelente, poco común en el fútbol de Argentina. El primer gol de Boca, inevitable. El segundo, fruto de una distracción en defensa. Allí empezó un momento de bajón. Garra, esfuerzo, desorden, impotencia.
¿Qué pasaría si volviera Galván? Yo no creo que esta pausa se pudiera evitar. El Piatti del primer tiempo, es de un nivel quie no deja extrañar a nadie.
Es la hora de la reacción. Esta heride puede lograr azuzar el orgullo, que nuestro equipo demostró tener.
Y pido perdón por otra cosa, a Palermo y a Ruso, los seguiré queriendo. Ahora estoy enojado, pero los seguiré queriendo
Fogg ¿de Russo no decís nada? me extraña tu silencio, es tan traidor como Palermo. La mística sigue intacta.
Palermo esta en un buen estado de forma, de lo mejor ahora mismo en Argentina.
La polémica que ha tenido con su ex amigo Veron no la entiedno, realmetne no se porque dejaron su amistad a un lado.
de acuerdo con todos
creo q también debemos hacernos cargo (los Pinchas) de que la Bruja es bastante rompehuevos adentro de la cancha (en la final estuvo mal con Palermo y el sábado también estaba nervioso, ni hablar cuando lo buscaba a Sorin creo q fue en un inter-villarreal)
hay jugadores q se hacen odiar x los rivales (chila, el melli, por nombrar algunos), creo q la Bruja también encaja ahi
igual es un ídolo, pero no se extrañen q lo puteen todos menos nosotros
Yo creo que es al pedo seguir con el tema de Palermo y Russo. La historia los juzgará, como dijo Fidel. Ahora nos tenemos que concentrar en el equipo, la defensa hace agua, el Principito está mas preocupado por cuidarse las patas que por jugar, Benítez que se pinte un mechón porque no puede jugar ni a la mamá y al papá, al Tanque Pavone no se que le pasa pero parece que se olvidó de la clase de goleador que es. Los únicos que se salvan son Caldera, viejo zorro, la Bruja que sigue siendo el líder y Braña. Espero que el Cholo los haga reaccionar para que vuelvan a ser el equipazo que eran antes.
Palermo, a pesar de los 3 goles, sigue siendo un hijo nuestro. La pelea con Verón la empezó el mismo Pelado. Y ahora odiamos a Martín. No me parece justo.
Russo nos condujo, con Manera, de vuelta, a Primera. Le debemos eso, el 3-3 con Gremio y el bicampeonato 82-83.
Los dos se deben a donde están, los malos somos nosotros.
Sí, de acuerdo en no quedarse fijados en lo del Loco y Russo.Pero se hace bien en decir qué es lo que hicieron.
Después, lo fundamental es que el equipo pueda reaccionar y recuperar su nivel de juego.En eso hace falta una motivación rápida que sacuda las telarañas en varios jugadores que todavía juegan para Estudiantes....un grande,un campeón.
A los dos les debemos mucho,también ellos pudieron crecer en Estudiantes,y así le deben también.Señalo la diferencia entre el profesionalismo lógico que ambos deben tener en donde están ahora,de una actitud personalista en uno y demagógica en otro.
No nos exime de errores ni de hacer nuestra autocrítica para que el equipo reaccione y recupere su nivel.
Muy bueno el recuerdo y el homenaje merecido a los goleadores pincharratas. Yo creo que Palermo todavía se merece un lugar en esa lista. Tomó una actitud equivocada, pero van a ver que pronto va a llegar la paz a la familia.
Te olvidaste de Vieta, el Toti Iglesias, Husillos, el Loco González, Mazzuco...y siguen las firmas je
Vamos todos a Banfield para apoyar la recuperación pincha que tiene que llegar.
Dale Campeón!!!
Lo que pasó dolió mucho.
Pero....el amor que siento por el pincha es más fuerte y calma el dolor.
Todos a Banfield!Porque somos una pata importante de la estructura pincharrata y debemos alentar!!!
Dale campeón!!!
Te olvidaste del Loco González, imperdonable...
El viernes a reventar Banfield, lo de Palermo y Russo ya fue. que se queden con su boquita que nosotros estamos bien como estamos.
te olvidaste de silvano maciel
Vamos Pincha contra Banfield, virgos como el equipo chico de la ciudad.
pincha amargo, hijo de boca. te esperamos en la fecha 11 en el bosque. te queres matar que tenemos cancha propia.
Muchacho, aún no has aprendido nada.
uy, que penita, nos traicionó Palermo, lloremos todos juntos. El tipo es un futbolista, es decir que tiene que hacerse famoso y ganar guita, y eso se consigue gracias a un montón de pelotudos sentimentales como ustedes.ocúpense de sus cosas que Palermo no les debe nada.
Tulio.
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