26.1.07


Nick Cave: Lecciones de Estilo

Para los que aún somos relativamente jóvenes observar este fenómeno resulta fascinante. Porque sinceramente, no se presencia todos los días como el transcurso del tiempo, y una carrera larga y sólida, transforma a un artista de peligroso iconoclasta a clásico vivo. Aunque haya ocurrido tantas veces, y debiera ser lo normal en las carreras de fondo, la verdad es que dada la brevedad de las vidas útiles en el pop actual, y la propia edad de uno mismo, no se han vivido en “tiempo real” muchos fenómenos de esta clase. Con Nick Cave ha sucedido. El terrible personaje que en los seminales Birthday Party hiciera ruido y metiera miedo, el rostro que con los ojos inyectados en sangre y la mirada perdida se asomara temible desde la portada de “From Her to Eternity”, es ahora uno de los autores mayúsculos del rock actual por su magistral uso de los cánones más clásicos. El año pasado publicó uno de los mejores discos del ejercicio, el doble siamés “Abattoir Bues / The Lyre Of Morpheus”, y esa progresiva transmutación finalmente resultó evidente. El escritor maduro enterró al “enfant terrible”; y quedándose con lo mejor de ambos, el Señor Cave se sentó en una silla preferente en el Parnaso del rock. Además, con la Lira de Morfeo entre las manos. Visto con cierta perspectiva, tiene bemoles.

El hermoso envoltorio, casi cursi, casi de mesa camilla y papel pintado, en el que nos entrega estos dos discos diferentes pero hermanados, casi simétricos en su reparto de energías, viene a ser una pista clara y concisa de sus intenciones. En la enorme distancia que separa esta presentación del propio artista de aquellos ojos enrojecidos y mirada asesina se consagra lo que, para el australiano, viene a ser la declaración pública de su nuevo modo de vida. Ahora va a diario a una oficina y escribe de manera metódica, se concentra, desarrolla las ideas y posteriormente vuelve a casa con su familia. Cada cierto tiempo reúne a su banda, se mete en un estudio y graba lo escrito. Son tiempos sin duda distintos. Nuestro amigo ya no anda persiguiendo mujeres peligrosas y tan listas como él, que lo dejan resentido y le obligan a grabar discos que sangran. Tampoco él mismo asusta ya a nadie, si no se le tocan las narices con preguntas inoportunas. Tal vez haya demasiadas vacantes de verdad que suplir como para intentar vivir una juventud absurda. La silla dejada vacía por el Hombre de Negro, ídolo y maestro, por ejemplo, al que le dedica la hermosa “Let The Birds Ring”. O la de un Leonard Cohen cada vez más holgazán. Su nombre, con el tiempo, les acompañará en el panteón, sin duda. Y para despejar dudas y alegatos en contra, tenemos esta sobria, pero desbordante, obra maestra.


En “Abattoir Blues” hay más rock, más nervio, más blues. Un rock tamizado con un omnipresente tono fervoroso y un coro gospel, el de la London Community, clave en el desarrollo del disco. En “The Lyre Of Morpheus” hay más lirismo, más recogimiento, un tono más discreto y tranquilo. Pero en realidad es una cuestión de proporciones. La existencia autónoma ambos discos, producto de las mismas sesiones de grabación, no deja de ser una cuestión de elecciones inteligentes para construir dos discos asimilables y coherentes, según un criterio realista y observador. Como en realidad la propia música que contienen. En la escritura de Cave esta vez hay tanto talento como oficio, tanta inspiración como técnica, tanta pasión como inteligencia. Humorismo, truculencia, referentes personales, esos temas tan suyos (ya se sabe: religión, muerte y amor arrebatado), pero con cierta sorna. En la interpretación de los nuevos Bad Seeds, ya sin Blixa Bargeld, reluce el arte consumado de un grupo de músicos de vuelta de todo, en el mejor sentido de la frase. Manejo suelto en los registros más extremos (del apocalíptico coda de “Cannibal's Hymn” al bucolismo imposible de “Breathless” sin pestañear). Y algo más que tópicos ramplones en la resolución de los inevitables nudos que plantea seguir empleando, a estas alturas, el formato de canción escrita al piano.


Hay en estos discos muchos momentos en los que redescubrimos por qué Cave es un autor tan especial. En un momento dado, porque su universo de referencias surge inefable al tratar de la esquiva y sádica naturaleza de las musas, en una canción (“There She Goes, My Beautiful World”) que las muestra en perfecta formación. “John Willmot escribió su poesía febril por la sífilis/ Nabakov escribió en tarjetas, en una servilleta, en sus calcetines/ San Juan de la Cruz escribió su mejor material preso en una celda/ Johnny Thunders estaba medio muerto cuando escribió Chinese Rocks / Y yo aquí tumbado, sin nada en mis oídos/ Aquí tirado y parece que lleve años/ Y yo aquí tirado sin nada en la cabeza” . Ahí estamos: de San Juan de la Cruz a Johnny Thunders en un solo movimiento. Y también con un par. La musa llega finalmente, y de que manera, en ese estribillo. Oro puro.

En otro momento dado nos lo recuerda porque, como a lo largo del disco, a veces parece que nos esté tomando un poco el pelo. El delicado vals que nos mece en “Babe, You Turn Me On”, no sólo habla de un amor contra las circunstancias habituales, de un amor de verdad, con una mano en el “corazón” y la otra en las “bragas” . Habla también de un amor contra el absurdo de la vida, balanceándose al compás de la música, entre lo grotesco y lo sublime. Un amor incluso contra la estupidez de sus propios protagonistas: “Corres por la maleza/ Y torturas a los pájaros y las abejas/ Saltas al abismo, pero descubres/ que sólo te llega a los tobillos/ Me muevo sigiloso/ Y te sigo durante horas/ Hago como si fuera un cervatillo/ mirando las flores/ Todo se colapsa/ Y el sentido de la moral nos ha abandonado/ Es sólo la historia que se repite a si misma/ Y nena, tú me enciendes/ Como una idea/ Como una bomba atómica” . Y cuando repite este sorprendente hallazgo por última vez, Cave imita con su voz la onomatopeya de una explosión, como la que hacen los niños cuando juegan, o los adultos cuando juegan con ellos. Podría ser ridículo, pero es perfecto. Claro que la pregunta es inevitable: ¿se puede andar más sobrado?

Cuidado, que cuando quiere ponerse serio, bien que puede. La intensa “Easy Money”, trata sobre el dinero que parece fácil, pero que no lo es en absoluto. “Todas las cosas por las que suspira mi corazón/ Dan una alegría con beneficios a la baja/ Él me besó en la boca/ Y sus manos se dirigieron al sur/ Y mi mejilla ardía/ El dinero, amigo, es una zorra/ Al pobre, lo estropean para el rico/ Con mi rostro aplastado contra el colchón/ Me preguntaba cuándo acabaría esto/ Y en casa todos nos sentimos tan tristes y culpables” . Esta vez el “pathos” no se relaja, porque no puede, ni debe. Busca un sombrero para quitártelo.

Los discos, considerando una cierta unidad entre ellos, realizan trayectos inversos, estructurados de manera hábil y sutil. “Abattoir Blues” parte del fervor religioso de “Get Ready For Love” y llega a la fábula humorística de “Fable Of The Brown Ape”. “The Lyre Of Morpheus” nos recoge revisando de manera sardónica la fábula de Morfeo, Eurídice y la lira, para abandonarnos con la redentora “O Children”, puro gospel desatado. El disco te deja vacío, entregado a su autor, que te ha llevado por donde ha querido. Y ahí está la clave de todo.


Porque algo me dice que desde “The Boatman's Call”, Cave tomó la firme resolución de no volver a ser un autor poseído por su arte, un instrumento casi ciego entregado al impulso emocional que latía en aquella otra obra mayor. Sus comentarios despectivos al respecto de ese disco imprescindible parecen darlo a entender. Ahora, parece ser él mismo el que domeña en todo momento su propio arte a su antojo, domesticados definitivamente los recursos y métodos, los entresijos de la creación. Más allá de las recurrentes fantasías románticas al respecto, a las que tan dada es la mitología del rock, es este artista en plenitud de facultades, que pone toda la carne en el asador, pero que decide cuánta, como y en qué momento, que mide las proporciones y mantiene la paciencia, el verdadero creador. Ahora Cave sabe lo que quiere, y además como conseguirlo. Y es por eso que en esta última obra nos parece que, de manera definitiva, lo que tenemos enfrente es una sin duda obra maestra. Es decir, el sublime trabajo de un sabio consagrado.

Enrique Martínez (Mayo 2005)
www.sysvisions.com

Nick Cave junto a su grupo The Bad Seeds publicará el 29 de enero un DVD doble en vivo por el sello EMI. La edición incluye varias canciones de su disco de oro "Abattoir Blues/The Lyre of Orpheus", además de una selección de material clásico del repertorio de la banda. El DVD contiene imágenes de dos conciertos en directo: el disco uno está extraído del segundo de los tres conciertos con entradas agotadas que la banda dio en el Brixton Academy de Londres, que se grabó el 11 de noviembre de 2004 durante la gira europea de "Abattoir Blues".

8 comments:

Anonymous said...

me acuerdo que en el 96 fui a verlo al Opera y me fumé un porro increible. El show estuvo buenisimo, el tipo es un grande y la banda sonaba de puta madre. Me acuerdo que antes de el estuvo una banda de la que no me acuerdo el nombre y parecían el clon subdesarrollado de Cave, lo imitaban en todo. Eran como esos que se quieren parecer a Elvis y los contratan solo porque dan gracia.

larecodetuma said...

Todo bien... Cave, sus metamorfosis... pero qué querés que te diga... yo sigo siendo de Sandro

Fogg said...

Los teloneros de Nick en aquel show del Opera fueron los Reincidentes (ahora le agregaron el Pequeña Orquesta adelante). No coincido con las apreciaciones de quien hizo el primer comentario. Si bien reconozco que en sus principios tenían cierto aire Cave, también había una fuerte impronta de música riopopatense imposible de encontrar en el repertorio del australiano. Justamente fui compañero de laburo del guitarrista de esa banda y hay una anécdota significativa que quiero contarles: una vez salió una nota de Cave en Los Inrockuptibles en donde el tipo contaba por demás, abría escandalosamente las puertas de su miserable vida. El Reincidente después de leerla, un poco alterado dijo: "Pará flaco, es tu vida". Es el día de hoy que con Tío Paul seguimos usando esa frase cuando alquien quiere hacerse el interesante contando pormenores de una vida desgraciada que no logran conmover a nadie.
Otra cosa: Antilobo, volvé con tu blog que es sacado y escuchá el disco recomendado que es de alta calidad, el DVD doble promete ser interesante (y abandoná a Sandro por unos instantes). Lo último: junto con GJLombardo estamos por sacar un blog de fútbol que es raro y que creo que va a dar que hablar (www.laplatafutbolera.blogspot.com), es sobre fútbol de La Plata y junta a bloggers pinchas y triperos. Vamos a ver qué onda, visítenlo y bánquenlo.

larecodetuma said...
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Anonymous said...

Recuerdo haberme comprado un disco de Nick Cave, tambíen por el 96, tenía una vecina medio dark que tenía una remera de Cave y como yo me la quería levantar me compré el disco para ver que onda y de paso tener tema de converación en el ascensor. Está demás decir que jamás me la levanté, apenas pude decirle lo del disco y ni bola me dio. Después se mudó y le perdí el rastro.

Anonymous said...

suert con el nuevo proyecto, me parece una junta ideal.

larecodetuma said...

- Vio que hoy actúa Demis Roussos, Mendieta?...
- Esas no son jodas para hacer, don Inodoro!

Anonymous said...

Vino De Estudiantes De La Plata - Viene con la etiqueta "Campeon 2006" (encima es un Malbec jajaja)

Si no estan registrados no van a poder comprarlos. Aca van a poder registrarse