Una verdad luminosa
Faltan horas para un nuevo clásico e invaden los recuerdos. Me importa estar en estos momentos, hacerme presente, aportar al estado de masa incandescente en estado de vigilia. Tratar de ser uno más si es posible, uno más que vela las armas y que se concentra para una batalla a todo o nada. El absoluto se dirime en 90 minutos: ganamos, humillamos, hundimos la daga hasta el fondo, volvimos diezmados y gritamos eufóricos mientras ellos nuevamente lloraban contra el pasto. La rueda dio otra vuelta y ese dios infinito llamado tiempo nos pone otra vez ante la instancia de enfrentarlos. ¿Qué más hay que demostrar?, pareciera que nada y sin embargo hay que jugarles. Es la hermosa imperfección del héroe, transitamos en busca de la puerta que nos abra el camino a la totalidad. Y estamos cerca. Y mientras tanto nos tenemos que preparar para la guerra. Hay que golpearlos, bajarlos, herirlos, hundirlos, cortarlos; no dejar que pasen, ni que jueguen, ni que toquen. Volverles a ganar y que la diferencia se estire a 4, que lloren, sufran y no salgan de sus casas por un tiempo. Y que flamee la bandera rojiblanca en La Plata, y en Capital, en todas las provincias argentinas, en otros países y en recónditas ciudades del mundo. Que los diarios y los medios planetarios amanezcan con la noticia que una vez más el universo ordenó sus astros para que una verdad luminosa pueda exhibirse; es lo específico, lo natural, lo trascendente: Estudiantes de la Plata es mítico y los otros son un equipito que no tiene nada para contar, sólo son dos veces al año y es cada vez que juegan con nosotros. Ellos apenas tienen uno y otro fracaso y algún arrugue en el baño, más allá de eso no hay historia.
Siento ahora mismo esa energía en el cuerpo y deseos oscuros. Deseo su mal y percibo cierta incongruencia. ¿Cómo puede ser que si nos encaminamos a un camino de sabiduría guerrera nos vaya ganando el odio hacia otros que no valen 2 mangos? No lo sé, busco una justificación y no la encuentro, pero sé que no quiero evitar que mis pupilas se enrojezcan de ira, que mi corazón palpite a mil y que disfrute con otro duro impacto de la Bruja en el cuerpo de Ormeño. Abandono la corrección, hoy soy uno más, una animal salvaje que se une a su manada y que libera su instinto.
Querido Pincha: regalame otro triunfo, a mí y a toda la hinchada, a los muchachos, a mi viejo que lo va a ver desde la clínica, a mi hija, a los ángeles pinchas que pululan y nos acompañan, al Ruso, a mi abuela, a Caldera. Lo vamos a disfrutar tanto, lo necesitamos tanto.
9 comments:
Siempre es un placer leerte y coincidir con vos.Estoy re nerviosa pero se que vamos a ganar. Lo que ecribis es tal cual lo que pienso pero no se me habria ocurrido nunca expresarlo de la manera que lo hacés vos. Por favor no dejes de escribir nunca. Un saludo para todos los pinchas y quedense tranquilos que va a salir todo bien.
Flor
Vamos León!!!!!!!! regalanos un triunfo. Seguimos cerca de las puertas.
Increible el partido, otra vez demostrando que somos el unico grande de la ciudad con uno menos. 7 a 0, Campeones, 2 a 1 con uno menos y ahora 1 a 0 con 10 y gol de caño. Amargo te queres matarrrrr...que feo ser tripero!!!!jajajaja
Ahhh y me olvidaba...4 partidos arriba. Te querés matar tripero
Grande Pincha siempre cerca de las puertas. Esperamos tu comentario.
Cuanta emoción, esperamos tu comentario Fogg.
Aguante Pincha..que feo ser tirpero. Das asco amargo, te ganamos con 10 otra vez pecho fresco y te sacamos 4 de diferencia.
Grande pincha!!!
La diferencia con el equipo chico de la ciudad ya no se puede medir.
Es La diferencia: insalvable,inconmensurable!!!
Seguí escribiendo que estamos juntos!!!!
Se espera urgente tu post...no se haga desear Mr Fogg, por favor.
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